viernes, 20 de mayo de 2011

73.porra octubre 2005

PORRA DE OCTUBRE 2005

TEMA: UN PORTAAVIONES SEMBRADO DE HORTALIZAS

Portaaviones sembrado de hortalizas
Minificciones que obtuvieron la mayor cantidad de apuestas de los porristas



Primer puesto
 “Amanecer en el Pácífico”

de Chucho

Cuando el soldado despierta, la cubierta del portaviones está repleta de hortalizas. Una orquesta, situada a estribor, tantea los instrumentos. El director golpea su barita de nogal contra el viejo casco y los músicos comienzan a interpretar la “Obertura Leonora Nº3, Op 72b”. Llovizna. El soldado se acurruca en la proa, despacito, no vaya a ser que su único pie termine mutilando zanahorias. El barco se pierde entre la niebla, sin rumbo fijo, en ese punto en el que no sabe uno y si va, o viene. Alguna tormenta apaga los acordes. Y luego, la nada.

Segundo puesto:
 “Trayectoria de un sueño”

de Seudónima



A André Breton in memorian
Quiso sepultura bajo coles y espinacas sembradas en un portaaviones. Por error burocrático lo enterraron con un paraguas y una máquina de coser.

Tercer  puesto:

“Genio inocente”

de Clavel

Con el dedo, muy concentrado, fue haciendo los surcos. Después, ya terminadas las ranuras, cogió las semillas de tomate y con entusiasta delectación fue plantando el preciado tesoro. Luego las simientes de betarraga y por último las de rabanitos rojos, sus preferidos. Terminada la labor, asió la regadera y roció la siembra suavemente.
Mamá asomó de pronto alterando su ensimismamiento y se quedó mirándolo muy divertida.
—Pero cariño —dijo con una sonrisa— Papá Noel te ha traído un portaaviones… debes poner aviones sobre él y no tierra ni semillas.
Dieguito la miró enojado.
—Yo había pedido un motocultor, un tractor y un saco lleno de tierra y en mi carta le decía que de mayor quería ser agricultor. Papá Noel es tonto o no sabe leer, pero no importa mamita —dijo con una sonrisa campechana mientras miraba su juguete— lo llamaré portacampos.
“Compás de espera”

de Chester Truman

 Hace casi dos semanas que nuestros dos únicos pilotos, Johnny y Solomon, tenían que haber aterrizado en el portaviones. Iban en misión de rutina (un trío de nipones hijosdeputa, lo de siempre). Como la radio no funciona, ignoramos su paradero. Nadie quiere pensar en lo peor, por lo que tratamos de ahogar nuestros malos augurios con toda suerte de distracciones. Para pasar el tiempo, tanto valen los juegos de salón en los camarotes como los de pelota en la cubierta. Nos hemos organizado en dos equipos (rojo y blanco) y hacemos toda suerte de competiciones. Normalmente ganamos los de rojo, aunque, a veces, la confianza de saberse superior hace que nos relajemos, siendo entonces superados. Los de blanco me han ofrecido un par de botellas de bourbon a cambio de que me una a su equipo. Adoro el bourbon, pero les he dicho que, a pesar de sentirme halagado por el ofrecimiento, uno le es fiel a ciertos principios de compañerismo. Entretanto, por esas cosas que tiene la naturaleza, han ido creciendo hortalizas sobre la pista. Sería una lástima que nuestros pilotos extraviados nos jodieran el huerto con el aterrizaje. No es que deseemos que los hayan derribado, pero no sé, estamos tan bien así, con nuestros campeonatos, el huertecito, este silencio…



“Apocalypse Now”

 de Cero

Willard deja a Kurtz destrozado, camina entre los fanáticos, nadie se atreve a tocarlo. Aborda el bote-patrulla que entre niebla y selva lo conduce rio abajo hasta llegar al mar, a lo lejos se ve una enorme figura negra, es un portaaviones.
Todavía en trance, Willard sube por la escalerilla cuando la niebla se empieza a disipar, en la cubierta hay rostros serios, extraños, con un saco en una mano y en la otra una pala, cavando y plantando. Hace lo que todos: cava un pequeño agujero y se dispone a sembrar lo que surge del costal: cabezas, brazos, piernas.....

Ganadores de la porra: Laura, Davidoff, Senovilla, Boris, Denderotis y Ojeador.

Concurso 73. Octubre - 2005

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