sábado, 14 de mayo de 2011

67.porra de abril de 2005

PORRA  – ABRIL 2005

TEMAS

MINI CON MUJER Y  MOSCA  



LO INVISIBLE DE LOS OBJETOS



Primer puesto:





"Angela y yo"

de Lagartija de plata

Conversamos en silencio, ella quieta en su pared y yo en mi silla. A veces nos miramos, a veces la pupila se deja resbalar del suelo al techo y fingimos no estar: ella enreda con sus ángeles, yo con la taza de café. Luego, una de las dos, fatigada de jugar al no te veo, piensa cualquier tontería: ‘los amores en desuso dormitan en la esquina derecha del corazón’, y la otra sonríe, se pellizca el seno, recuerda a aquel su amante de banqueta e inventa una bobada, uno de esos sinsentidos de mujeres que sirven únicamente para enredar a los hombres: ‘Porque lo quise menos de lo que me quiso fue que te compró con todo y ángeles, guardiana del desquerer’. Entonces, los ojos en los ojos, rompemos a reír con un rasgueo de guitarra que cimbra el desayuno, las plumas azules de los querubines y hasta el recuerdo desamorado de esos viejos amantes a la antigua que sellan el adiós con cuatro letras mil y un años después de haberse ido: ‘La vi y te extrañé. Vais a llevaros bien porque se te parece’. Y algo, no sé qué sea, si humo de tabaco o polvo de polilla entre el marco y la memoria, nos acalla la risa a la altura del vientre, ahí donde él estaba y ahora que no está gustamos nosotras de olvidarlo a fuerza de palabras y silencios, Ángela en su pared y yo en mi silla como buenas amigas que a ratos hablan mucho, a ratos no se hablan y en los tercero ratos, cuando el café se enfría, se prestan una a otra un carmín amapola, no vaya a ser que a él le de por regresar y las encuentre así, fachosas, despintadas, todas feas…

"Historias cortesanas"

de Chester Truman

…Y entonces el Príncipe, al ver a la rana se acercó a ella, posó sus regios labios sobre el anca del batracio y éste despertó… ¡Convertido en mosca!

Lo primero que pronunció la princesa-rana-mosca al volver en sí fue un leve “¡Mzcssshhh!”, onomatopeya que el príncipe, autodidacta, interpretó tal que así:

“Lo sé, esperabas que me convirtiese en princesa, es lo suyo, pero la vida no siempre es de color de rosa. Eso pasa por creer en los cuentos ¡A tu edad! Pues así están las cosas, te ha tocado una mosca ¡Mala suerte, amigo! Pero no creas, con el tiempo aprenderás a amarme. Dicen que el roce hace el cariño y del cariño al amor dista un solo paso, paso que daremos juntos tú y yo ¡espabila y larguémonos de aquí, muñeco, que no tenemos todo el día!".

Resignado por su ventura, el príncipe arrancó un pelo de su larga y rubia cabellera, ató el extremo a una de las patitas del insecto y se marchó, caminando sin rumbo fijo, canturreando viejas canciones polacas, sin que en la corte se volviera a saber de él. Unos dicen que terminó enrolándose en un circo ruso, otros aseguran que, enloquecido, se reventó el pecho de certero disparo y una tercera versión, la más reciente, sitúa al monarca en el barrio chino de Barcelona donde vende su principesco cuerpo al mejor postor.

Desde que se tuvo noticia de ésta historia, los príncipes se lo piensan dos veces antes de besar al primer bicho que se encuentran dormitando por el camino.

Segundo puesto:
"El juicio"

de Sahi

Taca toc, taca toc, el galope con la dama sentada de lado, sus amplias faldas ondulando.

Tssss, tsssss, la mosca frente a ellos perturbando el aire con la miel en sus patas, inevitable giro de la cabeza equina para seguirla, impulso lateral involuntario, y fuaaas, la mujer por los aires incapaz de sujetar las riendas.

Fssss, las enaguas, en tulipán invertido, la depositaron con suavidad en las aguas del Orinoco.

Nunca más se supo de ella. Como caso único en la historia, pesar de la argumentación del vuelo de la mosca —atenuante improcedente—, el juez decidió ordenar el sacrificio del caballo por cuatrero.

Greenpeace secó el Orinoco buscando los restos de la mujer, para comprobar la historia del equino.

El día de la ejecución, cual flor en lodo, encontraron su vestimenta. Demasiado tarde. Sin embargo, ahora deberán hallar argumentos para minimizar las responsabilidades de la mosca como autora intelectual del delito que se le imputa.
Tercer puesto:

"El contenedor"

 de viento

Yo tengo un contenedor de mundos. Es un artefacto que cabe en la palma de mi mano.

Quién diría que dentro de ese pequeño cilindro de plástico podrían estar escondidos los pensamientos de un erudito, las frases de amor de dos adolescentes, los textos completos de tres escritores, los esbozos fantásticos de cuatro ingenieros aeroespaciales o los garabatos de cinco jóvenes que nunca pondrán atención durante la clase de civismo.

Extraer la información del contendor es muy fácil. Tan sólo se requieren tres pasos:

1.- Tome el cilindro con la parte aguda hacia abajo.

2.- Coloque la punta sobre un papel.

3.- Y escriba.

"...y las perdices volaron felices "

de Mar y Luna

El príncipe no pudo besar a Blanca Nieves, las moscas anidadas en su boca conmocionaron su noble estómago.
"y sonaba This is all I ask"

de DDTracy



—Así que no había nadie más en el cuarto.

El papel del cigarrillo se me había pegado al labio superior, y al quitarlo de mi boca me arranqué un pellejo.

—No, ahí estaba, desnuda y revuelta como una diva, y muerta como los muertos, sola y tiesa. Yo salí temprano y tras cerrar un trato regresé a casa. Nadie había entrado, y eso. El florero estaba en su sitio, el periódico sobre la mesa y el café ya frío, el desayuno intacto, Bill Evans en la radio. Me bañé y cuando fui a vestirme la encontré.

—Tiene razón, nadie entró, me lo dijo el portero.

Me arrestaron, me acusaron, me condenaron. Todo siendo yo absolutamente inocente. Tanto, que no me acordé de la mosca, hasta ayer.
"La hija del sapo"

de Ulyán

Papá está tirado en el sillón. La camisa abierta deja ver su torso pelado, el vientre abultado y sudoroso. Duerme. Resopla como un cerdo. Tiene la cara abotargada, con los párpados hinchados y la boca abierta, babeante. En la televisión se oye croar de ranas y una voz aburridísima. De pronto la pantalla se llena con la imagen de un sapo. Está mirando atentamente una mosca inmóvil, hasta que un aleteo lo despierta: el monstruo escupe un pedazo de carne rosada, larga y viscosa, y engulle a la mosca. Como papá.
"Reality Show VI (Falta de suministros)"

de Goffy

Hoy me he quedado sin uno de mis objetos cotidianos: las balas. Ignoro como andan de munición el resto de concursantes, pero lo único cierto es que hasta las 8 de la mañana los organizadores no hacen el reparto. Sólo faltan tres horas, que aquí dentro pueden convertirse en una incierta eternidad. Se supone que hasta entonces debería andar huyendo como una rata, pero mi lema es no retroceder más que para tomar impulso, así que deberé actuar con mucho tiento, pero sin renuncios. No he entrado en este concurso para correr como una nena. Ahora hecho de menos aquellas balas que desperdicié con Franky: me empeñé en dibujarle a balazos mi nombre en el pecho, cuando el primer disparo ya le había herido de muerte.

Por fortuna la casa permanece a oscuras, pero no me fío. Solomon, el concursante de Nebraska, se las sabe todas. El muy cabrón huele la sangre y el miedo en la distancia. Afortunadamente, yo no segrego la adrenalina de los cobardes, pero la sangre que mana por la puta herida del hombro me delata. Además, Solomon me tiene ganas desde que le arranqué la oreja de un fallido disparo (Apunté a su entrecejo) Como se entere de que ando sin munición, vendrá a por mí. Desde aquél incidente, lleva mi nombre sobre una diana tatuado en las entrañas.

Ganadores de la porra: K, Galardiel, Faluya, Marcos

Mejor título: "Ray y el sueño de una noche de verano" de Chester Truman

Concurso 67. Abril - 2005

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