martes, 5 de septiembre de 2023

Porra de febrero de 2021

  PORRA DEL MES DE FEBRERO DE 2021

TEMA:

Los árboles me dan un poco de miedo

La porra es una votación interna donde los propios ficticianos eligen de entre los textos de sus compañeros ―y sin posibilidad de seleccionarse a sí mismos― aquéllos que consideran de mejor factura.


PRIMER LUGAR (COMPARTIDO)

TELARES - MÓNICA BRASCA

El poder de la naturaleza

De chica mi abuela me llevaba a un bosquecito cercano a abrazar los árboles. Aseguraba que transmiten energía de la madre tierra y nos ayudan a enfrentar la vida. Sigo haciéndolo cada vez que estoy triste. Ahora me aferro al poder sanador de un viejo roble. Él conoce mi desasosiego. Parece que inclinara su copa para cobijarme y me rodeara con sus ramas protectoras. Lloro, y mis lágrimas se confunden con las gotas de melaza que emanan del tronco. Le entrego mis pesares y el árbol me estrecha con una fuerza desmedida. Forcejeo. Me aprieta más y más. Desaparece el suelo cubierto de hojas bajo mis pies. Desesperada, pataleo en el aire, pero es inútil, su asfixiante corteza me absorbe y me fundo en el torrente de su savia. Ya no siento miedo ni angustia. Ni nada.

PSEUDÓNIMO

El viejo roble

En su tronco, entre otras heridas y cicatrices, los corazones flechados son la crónica de pretensiones y amoríos. Guarda todavía el recuerdo ingrato de los justos y pecadores que han sido colgados de sus ramas. Por su savia corre aún la sangre de quienes, por asuntos de honor o faldas, la derramaron a sus pies. Entre sus raíces yacen otros tantos ya ausentes por desacuerdos y rencillas, en tanto que, bajo su sombra, se han revelado verdades, conocido indiscreciones y consumado amores. Desde tiempos remotos, todos en el pueblo le han temido: sabe demasiado.

BEBÉ

Taxi driver

Cuando Borges escribió en “La dicha” que los árboles eran hermosos, es claro que él no experimentó lo mismo que yo, cuando uno de esos imbéciles eucaliptos tuvo la genial idea de caerse cuando iba pasando con mi auto. De no haber sido por unos cables eléctricos que retrasaron un segundo la caída, yo habría terminado aplastado, como el infeliz que llevaba detrás de pasajero. Él ya no tiene motivo para tenerles miedo. Yo sí, por más hermosos que sean.

PINGÜINO

A ras del suelo

Con su carga a cuestas, caminaba con dificultad sobre terreno agreste cuando sobrevino un terremoto. La tierra se rasgó, un montículo empezó a elevarse sobre el suelo y, de pronto, escuchó una violenta explosión. Atemorizada, apenas tuvo tiempo para correr y ponerse a salvo. Detrás de unas rocas, sus pequeñas antenas se agitaban, mientras sus ojos veían a una tímida hoja sostenida por un tallo, que se abría paso y volteaba con esperanza en dirección al sol. Desde entonces la hormiga vive con miedo de presenciar el parto de un árbol.


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