CONCURSO CCXLIX
JURADO: CARLOS ALCOCER
TEMA: La desnudez
PRIMER LUGAR (COMPARTIDO)
El Manneken Pis, El pensador de Rodin y El David de Miguel Ángel son algunas de las obras que ha representado desde niño y le han dado fama, además de merecerle algunos arrestos, pago de fianzas o encierros en la cárcel. El más célebre y polémico de sus performances fue el de La Sirenita de Copenhague, poco antes del grave accidente en motocicleta que sufrió al huir. Una vez recuperado y en libertad, planea encarnar a La Venus de Milo.
SERPICO
Ausentes y etéreas, se idearon a sí mismas. Ante la mirada de satisfacción del artista, fueron dándose forma una a la otra, entrelazadas, sobre la hoja. Una vez más él comprobaba que, de la desnudez del papel en blanco, la imaginación puede hacer surgir lo imposible. Al terminar, Escher sonrió y estampó su firma.
MENCIONES
PSEUDÓNIMO
Mientras develaba la escultura que recién había terminado, Menofanto elevó los ojos al cielo y dijo:
–Agradezco a los dioses haberme dado el don para descubrir la cáscara y a los hombres por el cincel y el martillo que me permitieron quitarla y desnudar la piedra. Afrodita, como diosa que es, ha estado ahí desde siempre.
PITÁGORAS
El famoso fotógrafo Spencer Tunick está muy preocupado. Da vueltas por la habitación del hotel e insiste en mirar por la ventana a la plaza vacía frente a él. A últimas fechas, los desnudos masivos que organiza se han visto amenazados por un competidor inesperado. En tan solo unos meses, un insignificante virus ha demostrado mayor poder de convocatoria, dejando al descubierto la desnudez y la fragilidad humanas. Mientras, su cámara languidece en la mesita de noche.
BLACK DOT
En la blanca sábana, una línea dibuja tu pie que escapa de una manta. Juguetea en tus uñas y se entretiene en tu tobillo. Pasa saltando venas azules, y se repega a tu pantorrilla cual enredadera a un muro que se adorna de verde. Se embrolla en tus muslos hasta que por fin logra liberarse y trepa a tu pubis denso y negro; respira tu aroma, presiente tu calor. Sigue su camino rondando tu ombligo perfecto, tus lunares como constelaciones. El camino la conduce a tus senos. Traza una parábola y luego una circunferencia de donde nace un tibio y dulce pezón. Te dibuja los ojos, la boca pequeña, los labios carnosos y carmesí. Tu cabello nace de ella, siempre precisa y memoriosa. Hipnotizado, la sigo al tiempo que desvela tu cuerpo y en un simple, llano trazo, nos une a los dos.
PEPE LE PEW
Asciendo a tu reino
En la blanca sábana, una línea dibuja tu pie que escapa de una manta. Juguetea en tus uñas y se entretiene en tu tobillo. Pasa saltando venas azules, y se repega a tu pantorrilla cual enredadera a un muro que se adorna de verde. Se embrolla en tus muslos hasta que por fin logra liberarse y trepa a tu pubis denso y negro; respira tu aroma, presiente tu calor. Sigue su camino rondando tu ombligo perfecto, tus lunares como constelaciones. El camino la conduce a tus senos. Traza una parábola y luego una circunferencia de donde nace un tibio y dulce pezón. Te dibuja los ojos, la boca pequeña, los labios carnosos y carmesí. Tu cabello nace de ella, siempre precisa y memoriosa. Hipnotizado, la sigo al tiempo que desvela tu cuerpo y en un simple, llano trazo, nos une a los dos.
PEPE LE PEW
Estatuas humanas
El Manneken Pis, El pensador de Rodin y El David de Miguel Ángel son algunas de las obras que ha representado desde niño y le han dado fama, además de merecerle algunos arrestos, pago de fianzas o encierros en la cárcel. El más célebre y polémico de sus performances fue el de La Sirenita de Copenhague, poco antes del grave accidente en motocicleta que sufrió al huir. Una vez recuperado y en libertad, planea encarnar a La Venus de Milo.
SERPICO
Manos
Ausentes y etéreas, se idearon a sí mismas. Ante la mirada de satisfacción del artista, fueron dándose forma una a la otra, entrelazadas, sobre la hoja. Una vez más él comprobaba que, de la desnudez del papel en blanco, la imaginación puede hacer surgir lo imposible. Al terminar, Escher sonrió y estampó su firma.
MENCIONES
PSEUDÓNIMO
Sinceridad
Mientras develaba la escultura que recién había terminado, Menofanto elevó los ojos al cielo y dijo:
–Agradezco a los dioses haberme dado el don para descubrir la cáscara y a los hombres por el cincel y el martillo que me permitieron quitarla y desnudar la piedra. Afrodita, como diosa que es, ha estado ahí desde siempre.
PITÁGORAS
La otra desnudez
El famoso fotógrafo Spencer Tunick está muy preocupado. Da vueltas por la habitación del hotel e insiste en mirar por la ventana a la plaza vacía frente a él. A últimas fechas, los desnudos masivos que organiza se han visto amenazados por un competidor inesperado. En tan solo unos meses, un insignificante virus ha demostrado mayor poder de convocatoria, dejando al descubierto la desnudez y la fragilidad humanas. Mientras, su cámara languidece en la mesita de noche.
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