miércoles, 6 de septiembre de 2023

Porra de mayo de 2021

PORRA DEL MES DE MAYO DE 2021

TEMA:

Herencias

PRIMER LUGAR
MERITA

Una familia como cualquier otra

Es triste admitirlo, sí, pero sucede en las mejores familias: cuando el abuelo murió nos peleamos como perros y gatos por la herencia. Y como siempre pasa, al final nadie queda del todo satisfecho con el reparto. Mis primos heredaron su intolerancia a la lactosa; a mi madre le tocó su calvicie y los pelos en las orejas, que por lo menos compensa con su talento para los negocios; tía Eulogia consiguió su fabulosa capacidad de predecir el clima con dos días de anticipación según lo hinchado de las rodillas. Yo soy el único que no se queja: tengo sus ojos, que guardo amorosamente en un frasquito debajo de mi almohada.

SEGUNDO LUGAR
PITÁGORAS

Herencia materna

Mi gusto por la literatura se lo debo a mi madre. Nunca olvidaré su sopa de letras, un auténtico poema.


TERCER LUGAR (COMPARTIDO)

PITÁGORAS

Mala suerte


Como primogénito estaba preparado, mis cualidades eran las idóneas y cumplía con todos los requisitos para ser rey. Haber nacido en la cuna equivocada era el único impedimento.

PI

Suma cero


Habría deseado heredar la facilidad de mi padre para hacer dinero y no tanto la de mamá para gastarlo en vestidos, pelucas, zapatos y chucherías, pero las leyes de Mendel son traicioneras. El cuerpo espectacular que me fue otorgado me permite lograr lo primero y me exige lo segundo. Entretanto, solo quedan las huellas de los años.


PEPE LE PEW

La herencia

Decía papá que era necesario estar preparado para cualquier adversidad. Compró desde un caballo, en previsión a una crisis petrolera, hasta una casa-remolque para enfrentar un posible desahucio. Sin hacer caso de las quejas y el horror de mamá, acumuló todo lo que pensaba que podía ser útil en el futuro: más de trescientos pares de zapatos usados, cerca de quinientas garrafas vacías para agua, dos toneladas de periódicos, libros y revistas viejos, doce barricas de vino y otras tantas llenas con clavos, tornillos, tuercas, alambres, cables, componentes electrónicos y otras chácharas metálicas. Además, cinco radios de onda corta, dieciocho televisores, diez computadoras y un generador eléctrico capaz de dar electricidad a medio pueblo. Hasta que fue demasiado tarde. Murió ahogado en deudas, a pesar de mis intentos por rescatarlo. Sí, llegué a sentir un placer casi espurio al descubrir que no tuvo la precaución de adquirir un bote salvavidas, como el que yo acabo de comprar.


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