miércoles, 30 de marzo de 2011

90. Marzo - 2007

 CONCURSO XC   MARZO 2009


JURADO: EUSEBIO RUVALCABA


TEMA: LA CEGUERA

Ceguera

 

PRIMER LUGAR:


CLAVEL


Ciego en la vida


Al abrir los ojos distinguió a varias personas que lo contemplaban desde los pies de la cama.

— Puedo ver —murmuró atónito para enseguida repetir con enorme regocijo— ¡Puedo ver! —dilucidando que aquel instante era único y trascendental.

Sentándose en la cama escudriñó a aquella gente que continuaba vigilándole en silencio.

—Puedo veros —insistió esperando que ellos se alborozaran de aquel prodigio, pero sólo sonreían.

A continuación posó su vista en la mujer de rostro dulce y marchito e inquirió.

— ¿Madre?

— Soy tu abuela Carmen —dijo la mujer mansamente.

— Y yo tu abuelo Tato —explicó el hombre de al lado.

— Tío Fermín —siguió diciendo el siguiente.

—Yo soy Diana, tu amiga —indicó una muchacha de mirada tímida.

— Y yo Félix, tu primo —señaló el último de la fila.

Estupefacto ante la revelación de aquel conjunto que seguía mirándole sonriente sólo pudo musitar.

—Pero… vosotros habéis muerto hace tiempo.

Ellos asintieron compasivos.


SEGUNDO LUGAR:


LIRÓN


El vecino


El vendedor dijo que teníamos suerte al comprar el departamento porque, aunque reducido, casi no había vecinos alrededor que enturbiaran nuestra privacidad de recién casados. Señaló “casi”, pues nos hizo ver que arriba habitaba un apacible ciego, incapaz de molestar a nadie.

En las primeras horas de instalados nos dimos cuenta que el ciego tenía un muy aguzado sentido de audición. Si sentía que poníamos la TV o la radio muy fuerte golpeaba el piso –suponíamos- con una escoba, obligándonos a bajar el volumen. Cuando hablábamos con demasiada sonoridad o al hacer chirriar un mueble para recorrerlo sobre el piso. Qué decir si con Rosa, gemíamos en pleno lance amoroso. Al principio, creímos se circunscribía sólo a esos actos, pero pronto caímos en la cuenta, su molestia abarcaba todas nuestras acciones.

De hecho, no podíamos ni susurrar. Caminábamos en puntillas. Si deseábamos hacer el amor recurríamos a moteles. Empezamos a reñir, claro, siempre utilizando ese lenguaje mudo para no molestar al vecino que, aún así, no paró. Al mes, la convivencia se nos volvió intolerable. Suponíamos tener encima un divorcio con la “música” de fondo de los golpes de protesta del agrio ciego, cuando me decidí encararlo. Frente a él, observé que el vecino era una bellísima y tolerante persona. El vendedor fue muy negligente, nunca nos advirtió que el ciego, además de serlo, tenía una pata de palo.


TERCER LUGAR:


ANCAS DE RANA


Texturas


Leía terciopelos, labios tibios, atardeceres húmedos, relieves de sonrisas, lágrimas que se disipaban en tristezas. Las sensaciones se hacían pensamientos y los pensamientos imágenes, y cuando había llenado su mundo oscuro con vivencias de otros, las pupilas de sus dedos, cansadas, se deslizaban sobre la última línea de una página secreta.


MENCIONES:


LANCELOT


Quiromancia retrospectiva


Aunque ciego, vio pasar toda su vida cuando la Muerte lo tomó de la mano.


OCÉANOMAR


Inaudito


No supo que era ciego hasta que fue a ver el mar, una caracola cruel se lo susurró al oído. Ahora, con los ojos perfumados de dolor, embalsama la pena de no haber nacido sordo.

Resultado de la Porra 90. Marzo - 2007

3 comentarios:

  1. El segundo texto, El vecino, me parece notable porque el final es totalmente inesperado pero engarza de manera perfecta con el desarrollo del cuento.

    Saludos.

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  2. Gilberto Marti (Ferjaad)30 de marzo de 2011, 15:39

    Pues todas son buenas. También me gustó la de Liron. Pero la que más me gustó ni siquiera fue seleccionada, pero no la olvido: "Juego limpio" del mismo "Ancas de Rana" (la pueden leer en la Marina).

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  3. Mi preferido es el Ciego en la vida. La de Lirón, no sé si por acto malvado de la memoria o no, pero tanta descripción me decía que el ciego también tenía pata de palo.

    La que menciona Gilberto, sí, buenísima... Creo que ni a cuartos de final llegó.

    Luego, la de Inaudito tiene un ternura que me mueve a dolor.

    Todas, por supuesto, son buenas. Uno, que tiene sus manías :-)

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