68. Mayo - 2005

CONCURSO LXVIII – MAYO 2005

JURADO: LUIS TOVAR

TEMA: “VICIOS” + “EL AZAR y/o LA NECESIDAD”

Vicios

PRIMER LUGAR

NINOSKA

Mañana será otro día

Fumaba desde muy joven. Poco a poco, con la insistencia de la gota que orada la piedra, un tumor se le fue dibujando en el pulmón. Un buen día decidió dejar de fumar, ignorante de que ya llevaba sobre su reseco órgano un cáncer tatuado.

Otro buen día, mientras cruzaba la calle para comprar las entradas del concierto de La Subset Band, lo atropelló un autobús. Aquel buen día llovía, si mal no recuerdo, y por la radio anunciaban la muerte del Papa mientras una niña, pelirroja por más señas, gritaba “¡puta!” mirando hacia las nubes o un poquito más allá. Ese mismo buen día, los New York Nets perdieron en su cancha por un sólo punto en agónico final. Y poco más.

SEGUNDO LUGAR

OJOS INFIDENTES

Perdedor

Bebiendo, se juraba a si mismo no volver a enamorarse mientras miraba a través del vaso del whisky el cenicero repleto de filtros aplastados. Su conciencia, siempre irónica, contaba con los dedos las veces que él había prometido dejar de fumar.

TERCER LUGAR

ULYAN

El error del sabio

Cuando Einstein bajó al infierno encontró a Dios tirado en una esquina, roto como un mendigo y agitando un cubilete. Entonces comprendió que Dios sí juega a los dados con el Universo. Y lo apuesta. Y pierde

MENCIONES:

DENDEROTIS

Mujeres

De entre todas las mujeres del mundo tuvo que elegir a la que habría de destrozarle la vida. Iba camuflada de sonrisas y una cintura mágica. Ahora que ya es demasiado tarde, se ha dado cuenta de que aquella mujer es todas las mujeres. Se irá con otra cualquiera, también al azar, para que termine de rematarle.

JM DORREGO

Inmersión

En cierta ocasión, me entretenía jugando con una canica cuando fue a dar a un hoyo. Mientras horadaba el orificio tratando de encontrarla, descubrí el mayor de los placeres inimaginables: cavar agujeros; tan placentero lo hallé, que ahora no me es posible vivir sin ellos. Como suele suceder en los comienzos, me servía de cualquiera que hallara a mi paso: profundos, al ras del suelo, negros, de colores...

Al paso del tiempo adquieres experiencia, te vuelves exigente. Tras una larga temporada manipulándolos, me dediqué en exclusiva a los agujeros de doble fondo, cuyo arduo y atractivo proceso te garantiza la máxima satisfacción cuando los concluyes. Y así, dando los últimos retoques a unos fabulosos boquetes pareados de color bermellón y borde liso, resbalé con la canica que había extraviado años antes y caí dentro de uno de ellos. Ahora estoy aquí, cavando tranquilamente mientras trato de salir al exterior, disfrutando con el trabajo, con mis huecos cada vez más insondables, más oscuros, más fascinantes, a mi aire, a mi ritmo, a lo mío: feliz.

Resultados de la Porra 68. Mayo - 2005