CONCURSO LXXXIII AGOSTO 2006
JURADO: LOS TRIPULANTES DE LA MARINA
TEMA: PINTURAS FAMOSAS
PRIMER LUGAR:
MATISSE
Persistencia de la memoria
Ante la pintura de relojes blandos, el de su muñeca marcó las horas hacia atrás. Las canas desaparecieron; la piel se desarrugó y, al verse al espejo, encontró a un joven vigoroso y entusiasta. Su alegría, sin embargo, huyó al descubrirse acné en el rostro; un chillido infantil escapó de la garganta. Trató de quitarse el reloj, luchando con la ropa que le colgaba, pero sus dedos diminutos eran regordetes y torpes.
SEGUNDO LUGAR
MATISSE
Equilibrios internos
El soldado sale de la pintura, dejando atrás el bombardeo en Guernica. Ansioso de contacto avanza hacia otros cuadros. Desde el pasillo ve a una mujer elegante salir de las “Meninas”. Al enlazar sus miradas se van palpando en silencio, se abrazan, se besan. Después ella se encamina hacia la obra de Picasso. Él sigue rumbo a la comodidad de la realeza.
TERCER LUGAR
LUZILLE
Horas extras
Tras posar para el maestro en el cuadro de “Las Meninas”, surgió por el cuartito del fondo la imponente figura de la madame quien, con ese tono rutinario que da la costumbre, susurró:
— Chicas, al salón.
MENCIONES:
LUZILLE
Convivencia
Compré una réplica de “El grito” de Munch en un mercadillo. Llegué a casa y lo colgué en la pared de la salita de estar. Quedaba bonito allí el cuadro, pero me angustiaba toparme con aquel inquietante retrato cada vez que entraba en casa. Al principio pensé en deshacerme de él, pero hubiese resultado una crueldad por mi parte abandonarlo entre tanto sufrimiento. Finalmente, decidí darle la vuelta y colocarlo de cara a la pared.
Creo que ha sido una buena idea. Ya no tengo que toparme con esa espantosa mueca al abrir la puerta. Solo me he quedado con el eco de sus terribles alaridos por las noches pero -ahogados contra el muro- a penas llegan a mi habitación en forma de una leve aunque angustiosa queja.
NUNI
En el Museo
Siempre sospeché del hombrecito de sombrero hongo y traje gris que llegaba media hora antes del cierre -confesó Gérard, el ordenanza del Museo, a las autoridades.
-Se paraba inmóvil frente al cuadro y miraba. Sólo miraba. Pero ... días atrás, durante la ronda nocturna, se me ocurrió hacer el conteo de los girasoles y eran ¡once! Luego fueron diez. Ahora ... bueno ... ya ven ... quedan cinco en la tela. Lo grave, Sres. es que ayer, ese individuo, habiendo llegado más temprano de lo habitual se dirigió a la Sala Central y se paró frente a Venus.
Con llanto en los ojos continuó:
-El caos es ahora total: la diosa tiene en sus manos un ramo de girasoles. Su manto venerado está cubriendo las heridas de los combatientes del Guernica ... -y volviendo a su relato agregó- Ya no dudé más. Cuando quise detenerle, salió huyendo del Museo en dirección A LOS PUENTES Y DESDE ALLI ...
ROSA DELIA
Lienzo sobre óleo
Un reloj olvidado aquí, otro un poco allá, uno más cuelga de la rama de lo que parece un árbol. Todo ha sido dispuesto con precisión total. Cierro el tiempo más pequeño y lo coloco cerca, rodeado de seres diminutos que suben y bajan por su faz sin saber a dónde van.
Un segundo flexible vuelve blandas las carátulas y la soledad. Hago un ejercicio para recordar. Se me queda extraviado en algún lugar el Cabo de Creus y el azul mar. Camino sobre la arena y tropiezo con mi cuerpo que yace dormido. Sueño en vida encerrada en ese vértigo sin tiempo.
Todo se ha ido, el ayer y lo conocido. Van a dar las siete y todo persiste.
Hasta la transparencia de alas de mosca.
CAPRICHOS
La persistencia de la memoria
Memoria, tú y yo. Bailábamos descalzos bajo el tictac del tiempo. Tú y yo, sol de atardecer bajo el abanico de tus pestañas. Memoria, tú. El trampolín, triple salto. Mortal. Sangraban los relojes. Memoria, y yo. Yo sin ti. Me moría.
ENTRESIJO - José Luis Sandín
Estampa campirana con ferrocarril a media tarde
La agonía de un caballo se cuela por la ventana del tren. Un poco más lejos, un toro levanta la cabeza, como vislumbrando la inmediatez del fin; el sol queda opacado por el destello, las luces del vagón parpadean, los gritos surgen, el bamboleo sacude con fuerza. “Que nadie se mueva”, dice otro grito que viene de fuera; pero nadie obedece. El siguiente instante queda detenido de golpe en la geometría de una habitación: líneas rectas que denuncian la barbarie de la destrucción.
MARÍA CHAPOLA
La Diva de Boticelli
Como todos los días la sensual diva se levantó de su cama de conchas y espuma marina.
Con desgano, peinó sus cabellos y desfiló vanidosa su rolliza desnudez a su club de fans, ángeles imaginarios que la admiraban y acompañaban en sueños utópicos de gloria y fama.
Soñando aún, sumergió sus carnes y cabellos en el agua. Con brazadas rítmicas nadó hasta el marco del cuadro, respiró y salió de él. La esperaban una cartera brillante, unas medias de malla y unos tacones de punta rojos. La jornada laboral y despiadada de la noche la esperaban en la calle. Era hora de ir a trabajar.
LUZILLE
British man
Me introduje en el cuadro de Dalí, “La persistencia de la memoria”, aprovechando un descuido del vigilante. Permanecí escondido, tras el árbol, hasta que cerraron el museo. Y aquí sigo…
No se está mal por aquí: huele a litro y puedes pasearte por la playa sin necesidad de estar a cada instante ajustándote al gaznate el nudo de la corbata. De hecho, ya me he desprendido de todas mis prendas y paseo desnudo por la arena, con esa impudicia que da el sentirse el único ser vivo sobre la Tierra. Durante el horario de visitas me oculto tras las rocas del fondo, donde comienza el siguiente cuadro del maestro, “Las Meninas”, pero no me atrevo a entrar en él: me aterran esas infantas triangulares que miran enloquecidas hacia ninguna parte. Luego, cuando el público se marcha, regreso a la playa, entre los relojes fláccidos y ese mar impreciso. Sólo una cosa me angustia: la implacable quietud de las manecillas del reloj. Mucho me temo que el té de las cinco tendrá que esperar.
Por una cuestión de gusto personal (en lo que ha pintura se refiere, tema en el que soy una perfecta ignotante) me ha conmovido de modo especial "Convivencia"
ResponderEliminarLeerlos, todos, un placer.
Muy buenos, làstima que no pueda compartir los que màs me gustan.
ResponderEliminarFue bueno recordar este concurso, la pintura es una de mis aficiones favoritas, como Matisse disfrute escrbir estas minis.
ResponderEliminarMi preferida es la de Rosa Delia...
No hay a cuál irle. Como bien comenta IMPAL, aquel mes fue de muchos comentarios, de un ir y venir mirando las obras desde distintas posiciones, con una plástica o la otra. Los resultados, muy buenos, pero más lo fue la convivencia de tuvimos aquel mes.
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