Josep M. Nuévalos

Josep M.Nuévalos

“Aprovechando el tránsito de tanto ciudadano y ciudadana de bien por el Arca de Ficticia, este es uno de esos personajes que siempre se cuela en los eventos y banquetes
 y al que nadie se atreve a preguntar si viene de parte del novio o de la novia. Eterno perseguidor de bandejas de canapés y de todo tipo de botellería variada, suele ser aquel que no ceja de lanzar vivas a las madres de los contrayentes.  Por su acento, dicen que parece de origen español; aunque, a medida que avanza la “soirée”, se le lengua la traba y aparecen otras inflexiones de voz menos reconocibles para el oído humano. Su relación con el mundo de la Literatura es más que dudosa, y quien esto suscribe le escuchó accidentalmente una vez una confesión que parecía sincera: abrazado a la pata de una mesa, admitía de plano que el único dinero honrado que había ganado en este oficio, lo consiguió a los siete años chantajeando a su abuela Antonia que acababa de contratarlo como amanuense. Otra versión apócrifa, incide en que el billete de veinte pavos que consiguió con la Literatura, lo robó de entre las páginas de una Biblia que guardaba el director del asilo de huérfanos en el que se crió”.