CONCURSO XVII FECHA: 20 – DIC – 01
JURADO: FEDERICO SCHAFFLER
TEMA: "La historia, como la conocemos, transcurre linealmente del pasado hacia el futuro, integrada por una miríada de momentos coyunturales.
Gracias a un artefacto prodigioso, que un extraño colocó en tus manos, puedes influir en solo uno de esos momentos, para convertir a un héroe en villano... o viceversa"
PRIMER LUGAR:
ALBRICIAS
Desinvasión
Tantas cosas quiso cambiar que dedicó toda su fortuna y sus mejores años a construir una máquina que invirtiera el curso de la historia. Cuando la hubo terminado la presentó en acto solemne ante la Academia; pero, lejos de recibir aplausos, lo que cosechó fueron las sonoras carcajadas de los insignes académicos cuando vieron cómo los elefantes de Aníbal abandonaban Italia ascendiendo los Alpes de culo.
SEGUNDO LUGAR:
HÉCTOR VIVEROS
Algo digno de verse
El viajero presenció una vez más el reacomodo del Cosmos... No podría soportar su vida de suicida frustrado si no fuera eso un espectáculo tan hermoso.
La primera vez que le hablaron de los viajes en el tiempo le contaron de la paradoja de la abuela, la del viajero que asesina a un ancestro, cancelando su existencia, según unos, su viaje, según otros. El se demostró que el Universo es más complejo.
Logró el viaje y lo hizo. No fue tan difícil, nunca conoció a su abuela hasta el momento del disparo, no sintió nada entonces. Después, lo impensado.
Estando fuera del continuo, vio como el universo se reacomodó para que él volviera a estar en el inicio de su viaje sobre su misma máquina. Había tenido otros ancestros y el años era otro, pero era él y él lo sabía.
Lo ha intentado todo, desde las terceras guerras hasta el primaticidio masivo en el paleolítico y siempre vuelve a existir. Ahora, viaja ofreciéndole a otros la posibilidad de cambiarlo todo, como se les antoje. El seguirá existiendo y el Universo seguirá siendo hermoso.
TERCER LUGAR:
MARCOS WINOCUR
La máquina del tiempo y su viaje al 2222
La máquina del tiempo fue por fin construida en el 2222. Con una limitación que la hacía objeto del desdén general: no era útil para ir al futuro, sólo al pasado, el cual aburría a los seres del 2222 casi tanto como su presente. Pero alguien tuvo la idea: nuestro pasado es el futuro de los abuelos, si la máquina sirve para unos, sirve para los otros. Vamos por esa gente, la traeremos a un tour por nuestro 2222 ¡y gran negocio! Pagarán lo que sea los ricachos de la corte del rey Luis no sé cuánto de Francia. Dicho y hecho. La máquina del tiempo charter, descendida el 13 de julio de 1789, agotó las reservaciones ese mismo día. Y bien, partió la nave rumbo al 2222. ¿Y qué creen? Se accidentó a mitad de camino, en el 2001. Bajaron los viajeros a echar un ojo mientras se arreglaba la máquina. Al ratito estuvieron todos de regreso. ¿Por qué? ¡Por el susto! Tan grande fue, que el propio rey Luis... -ah, ya me acordé: Luis XVI-, quien era de la partida, resolvió donar toda su fortuna a los pobres. Éstos, agradecidos, dejaron de llamarle el rey villano y cancelaron la Revolución francesa, agendada para el día siguiente. Mientras tanto, los viajeros ya no quisieron saber más del tour al futuro y hubo que regresarlos a su siglo XVIII y devolverles su dinero. Se frustró una gran iniciativa, pero un rey villano se volvió rey bueno, lo cual no es poco decir.
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