Álvaro Barragán |
Nací un día del mes de abril de 1963 en Sevilla y desde entonces vivo en esta ciudad del sur de España
. Estudié Derecho en la Universidad Hispalense y cuando me licencié me di cuenta de que no me gustaba ser abogado. Hoy agradezco esa inspiración de los dioses que me hizo percatarme de que la abogacía no era lo mío, porque lo sustituí por la docencia y encontré mi vocación: Soy profesor de Derecho Fiscal y no hay nada que me guste más que ponerme frente a mis alumnos con una tiza en la mano (salvo la cocacola, reconozco mi adicción).
Mi currículo literario es nulo, no he publicado nada, en realidad no comencé a escribir hasta que, gracias a una amiga, descubrí ficticia, pero ahora se ha convertido en una especie de compulsión. Tengo una novela remitida a algunos concursos en espera del resultados y decenas de relatos breves con los que no sé qué hacer, porque sólo escribo para Ficitica, pero de publicaciones, nada de nada. ¿Quién sabe? Quizá algún día.
Una frase: El epitafio de la tumba de Groucho Marx: "Perdonen que no me levante".
Jurado del Concurso 23. 10 - Mar - 2002
Recuerdo un buen puñado de excelentes minificciones (de algunas hay constancia en las tómbolas diarias de Ficticia), y que publicaste con un endemoniado alias.
ResponderEliminarUn gusto encontrarte por aquí de nuevo, paisano.
Josep
A mí la Universidad, seguramente apiadadándose de mis esfuerzos, optó por entregarme un título de Contadora con el que no hice nada. Corrían tiempos en los que era imposible estudiar Filosofía y Humanidades, la dictadura militar había cerrado la facu. Mejor, de este modo guardo una esperanza: Ah! si ahora fuese Licenciada en Letras sería tan distinto...
ResponderEliminarUn gusto conocerte Álvaro.
Feliz 2011
Álvaro, que gusto saber de tí... de cuando en cuando, las veces que visito Ficticia te recuerdo y extraño las charlas qye sosteníamos, además de deleitarme con tus relatos. Perdona si no recuerdo los nombres de algunos, pero el alemán tiene consigna conmigo. Saludos hasta tu hermosa tierra. Lo que daría por volver a ese mágico Sevilla.
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