CONCURSO XXIII FECHA: 10 – MAR – 02
JURADO: ÁLVARO BARRAGÁN GARCÍA
TEMA: EL SILENCIO
PRIMER LUGAR:
SAPO
Relato para escuchar
El Jurado recorre con su mirada la hoja en blanco, la gira del revés y la vuelve, la observa al trasluz, regresa al sobre que la contenía y allí tampoco hay más nada.
No comprende lo que ocurre.
En un primer impulso la dejaría de lado y seguiría con el próximo participante, pero... le intriga.
La apoya sobre la mesa y fija sus ojos en ella. Nada, allí no se lee nada.
- No tienes que mirar, solo escucha - dice una vocecilla muy baja.
El Jurado se vuelve en su sillón y el espejo a su espalda le devuelve su mirada intrigada.
- ... solo escucha.
¡El sonido surge de la hoja! Sí, de la hoja misma.
- Este relato no está escrito en letras ni en signos, está contado con suspiros, lágrimas, palabras entrecortadas, silencios, ayes, sollozos, sonrisas, gemidos y murmullos, todos esos sonidos relatarán la historia a quien los escuche. Tú puedes, pon interés en hacerlo. Haz el esfuerzo y luego juzga.
La vocecilla calla. El Jurado está perplejo. Esto no cumple con las reglas del concurso. Pero..., es casi un desafío intelectual.
¡Bien! Se arrellana y decide comenzar. Entrecierra sus ojos y prepara sus oídos.
ROSA DELIA
Clave de sol
Mi mente grita lo que callo. El silencio se volvió música y un susurro de lo que soy formó la escala tónica. Inventando armonías surgió una sinfonía ejecutada bajo la piel.
Seré percibida en clave de sol.
Seré percibida en clave de sol.
MENCIONES HONORÍFICAS
KALIMA
Aroma de silencio
Era media mañana cuando entré de nuevo al cuarto, ya había ocurrido pero ella parecía la misma, le cogí la mano.
- Amiga...hermana... –intenté decirle – hemos mezclado fieramente nuestras vidas, nos hemos deshecho en lágrimas y desatado en ríos de alegría, hemos recorrido juntas días claros y noches hermosas, compartiendo venenos y sonrisas, a veces nos sujetábamos las sombras y otras volabábamos locas tras la estela de algún sueño, y ahora...esta soledad, este aroma de silencio infinito...
Instintivamente le arreglé el pelo y metí su mano bajo el embozo de la cama.
Helena acababa de morir.
FRANCISCO S - Myriam Goluboff Scheps
Encuentro
Camina con sigilo entre los árboles enfundado en su camaleónico traje, a esa hora en que la sombra no puede delatar sus pasos. De pronto ve venir de frente a otro soldado. Es distinta su chaqueta, su gorra, el arma que lleva lista para ser usada.
Lo mira fijamente. Cree ver sus piernas temblando. En su cara lee sus mismos sentimientos encontrados. Descubre igual miedo y determinación, igual odio e inconfesables deseos de estrechar su mano.
Unos segundos después suenan al unísono los dos disparos. Quiebran el silencio , truncan el diálogo.
Lo mira fijamente. Cree ver sus piernas temblando. En su cara lee sus mismos sentimientos encontrados. Descubre igual miedo y determinación, igual odio e inconfesables deseos de estrechar su mano.
Unos segundos después suenan al unísono los dos disparos. Quiebran el silencio , truncan el diálogo.
Francisco-S es, en realidad, Miriam Chepsy.
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