CONCURSO CXXI OCTUBRE – 2009
JURADO: SUSANA SZWARC
TEMA: TEMA LIBRE INCLUYENDO (Napalpí, El Sauzalito y La Embarcación)
PRIMER LUGAR:
WOLF - Gabriel Bevilaqua
Despertares
Desperté en una embarcación. La adusta mirada de los pasajeros y el porte del barquero me revelaron, tempranamente, que estábamos navegando por las aguas del Estigia. Se me oprimió el corazón. De súbito, una mujer —que me recordó a mi madre— posó sus manos sobre mi cabeza y con una voz dulcísima me dijo: «Vuelve a la costa, pajarillo».
Esta mañana, al restregarme los ojos, algunas plumas persisten entre mis dedos.
SEGUNDO LUGAR:
CRONOPIO
Imaginantes
Cada noche se reunían con la encomienda de fantasear a todo vapor. Por turnos elucubraban sin límites. En cada sesión nombraban un ganador, el premio consistía en el reconocimiento de los correligionarios y la publicación en Internet de la fantasía triunfadora.
Entre las mejores creaciones, se encontraban la de un antiparaguas gigante que recogía el agua de lluvia para evitar que se fuera por el drenaje, y un sitio de canje donde los hijos podrían cambiar a sus padres —y los padres a los hijos— por otros que se adaptaran mejor a sus expectativas. Pero, el que se llevó los honores fue un socio que, cual mago de utopía, desapareció el club de la fantasía, al colocar su bola de Napalpí sobre la mesa e invocar las palabras mágicas e imaginarlos a todos ellos inexistentes.
Esa fue la última sesión del grupo.
No se les volvió a ver.
TERCER LUGAR:
ZAZ
Mensajero
—Pequeño, no metas los pies en este sauzalito ni agites el agua -me dijo mi abuela– no te vayas a enfermar, juega un poco más lejos del río y no discutas mucho con tus papás.
—Se dice caudalito o arroyo chiquito Abuela. ¿Qué es eso de sauzalito? ¿De dónde lo sacaste? –le pregunté mientras brincaba hacia la orilla.
—Sauzalito es este recoveco del río, donde todos los sauces que vamos a morir, arrojamos una de nuestras hojas con recados para los que amamos –dijo mi abuela mientras su voz se perdía en el viento del bosque.
MENCIONES:
EFECTO MARIPOSA - Rubén Pesquera Roa
Amor recíproco
Él espera aún la embarcación en la que ella venga de regreso. En la otra orilla del mar, ella aún espera que él la alcance, con la piel igual de seca y salada, y con los huesos vueltos piedra, apenas mojados al atardecer por esa otra brisa.
WOLF - Gabriel Bevilaqua
Okupa
La embarcación dormía sobre la arena con el casco hacia el cielo. Volamos hasta ella, éramos como ojos con alas que fueron desalándose cuando apareció el forastero.
—¿Y si la voltean? —dijo—. Intuyo algo escondido.
Al hacerlo, gritamos:
—¡Un muerto!
—¿Muerto? No, sólo deshabitado —corrigió en lo que vestía el cuerpo.
—¿Y si la voltean? —dijo—. Intuyo algo escondido.
Al hacerlo, gritamos:
—¡Un muerto!
—¿Muerto? No, sólo deshabitado —corrigió en lo que vestía el cuerpo.
GREMLIN
Elemento veleidoso
Después de muchas pruebas en laboratorio lograron sintetizar la sustancia ideal para construir la embarcación. Botaron la nave y la bautizaron con la consabida champaña.
La botella, al estrellarse, reveló el inesperado efecto del agua de mar sobre el nuevo material: múltiples grietas aparecieron y avanzaron sobre la superficie del casco, mientras el barco se hundía lentamente ante la incredulidad general.
VICTORIA FERRI
El escalofrío perdido
Teponaxtli Ácatl e Ixtlixóchitl Tióbal habían escarmentado. Cuando vieron desde el breñal a Catalina de Erauso –al pie del sauzalito, aparejando a sus catorce mulas para continuar la jornada hacia el puerto de Veracruz–, y observaron que a pesar de poseer un fabuloso trasero, actuaba como arriero, se apercibieron también de que, al voltear el rostro hacia ellos, mostraba unos ligeros bigotes y barba.
Ya mucho tiempo atrás habían visto a unos centauros velludos dejar la embarcación en que llegaron.
JAZZISTA
Fractales
Trazó un puente al óleo, debajo le colocó un río entre el paisaje agreste que daba luminosidad a la escena. Contempló el cuadro por unos momentos, disfrutando cada detalle. Un personaje apareció en el puente, miró al pintor y se alejó rumbo a Napalpí.
Decidió ir tras él; de una pincelada marcó un camino que conducía al puente y se metió en el cuadro. El personaje se escondió en lo tupido del bosque. El pintor se detuvo justo en la mitad del puente, dudando entre seguir al personaje o salir de la pintura. Miró en dirección al estudio y vio a alguien entrar en la habitación; los ojos de ambos se cruzaron unos momentos. Entonces decidió internarse en Napalpí. El artista se acercó a la obra, entró en ella y fue tras él.
CRONOPIO
Deseo encubierto
En secreto, envidiaba el napalpí de su mejor amigo.
Lo robó cuando la oportunidad vino y, sin pensarlo, huyó a un sitio apartado del bosque. El sol se ocultaba y el napalpí comenzó a crecer y a crecer hasta desvanecerse en sus manos: se había convertido en noche.
Resultado de la Porra 121. Octubre - 2009
Qué buena cosecha la de aquel mes. Y qué voy a decir de ese Despertares, o de Mensajero, Imaginantes... por aquella época me topé con la Marina y me quedé admirada de las maravillas que por allí se escribían.
ResponderEliminar