CONCURSO CVI JULIO – 2008 (7º ANIVERSARIO)
JURADO: AGLAIA, MIRIAM CHEPSY, DAKINY, LOLA DÍAZ, ROWENA RIZO, LETRA
TEMAS: INICIO DE UN CUENTO, ANTROPOFAGIA, LA NOCHE, LA METAFÍSICA.
LOS GANADORES DE CADA TEMA:
SHARIAR:
Autobiografía
Como todos los hombres de Babilonia he sido procónsul; como todos, esclavo. Navegué el Éufrates escondido en un tonel y vi el amanecer desde las sábanas de Amytis. Conozco el azar como un tahúr lee la palma de su mano, y dejo que sus líneas guíen mi vida. Desde el Etemenanki ordené la muerte de un traidor; huí de la ciudad tras vender secretos a un asirio. Ahora que he vivido de sobra y los ojos me esconden la ciudad alrededor, pienso que, quizá, Babilonia no haya sido más que un sueño y los ruidos que llegan a mi estudio vengan de una calle en Buenos Aires.
HOMLESS
Metabolismo
Desde que el caníbal se hizo vegetariano, sólo come poetas románticos, enfermizos o suicidas. Tienen algo de carne —escasa, temblorosa y blanquecina—, pero tras la digestión de metáforas marineras, nenúfares y rosas con espinas, se le queda en la boca un lejano regusto a prado verde y océanos infinitos.
CHESTER TRUMAN
Abierta hasta el amanecer
—Hola muñeco—, me dijo la gata Daniela subida en sus zapatos de tacón. Y añadió: —Si quieres besarme hazlo ya, porque si amanece me largo.
Yo me agarré a su tacón izquierdo y comencé la ascensión: tobillo, muslo, cadera, cintura (breve parada para descansar, jadeante, en su ombligo), seno, cuello... Me asomé al fín a la barbilla, desde donde veía batir las negrísimas pestañas. Y a punto de llegar a sus ansiados labios, frunció el ceño, clavó sus ojos en los míos y dijo: — Lo siento, muñeco, pero ya salió el sol. Inténtalo mañana.
Y aquí estoy, como todos los días, acurrucado en la esquina del callejón, esperando a que llegue la noche y pase mi gata Daniela y me diga: —Hola muñeco, si quieres besarme hazlo ya, porque si amanece me largo.
CONCIERTO DE ALBINONI (José T. Espinosa-Jácome)
El Devenir del Ometeotl
Existo porque nombras. Naciste al inventarnos. Desde entonces –inseparables–, tú volumen, yo luz; y los dos somos fuego, polvo… nada.
Qué minis estupendas. Es difícil elegir, pero si tuviera que decidirme por una, tal vez la de Chester Truman, por el humor tan fino y por la maravillosa descripción de la ascención.
ResponderEliminar