CONCURSO CX NOVIEMBRE – 2008
JURADO: LAURO PAZ
TEMA: LA CIUDAD
La ciudad |
El Jurado, para SELECCIONAR, clasificó los trabajos de acuerdo al abordaje del tema.
Selección 1 Textos con carácter meramente citadino:
PRIMER LUGAR
FERJAAD
Oda a la ciudad imaginada
De tanto caminarte las aceras levantando la vista, de vez en vez, al paso de una avioneta perezosa que proclama al viento con altavoces, volantes y boletos de colores, la llegada del circo con sus leones; de tanto andar, gabardina al viento, cabello al aire, recorriendo tus parques en busca de palomas y ardillas, de niños que escarben tus jardines en pos de lombrices para hacerlas pedacitos; de tanto desobedecer los guiños tricolores de tus semáforos y capear los autos que te afean los adoquines con aceite; de tanto saludar con adioses a señoras y a viejitos encorvados que caminan del brazo con la bolsa del pan en una mano, con un paraguas, con una correa donde al otro lado un perro me gruñe; de todo esto y de tus templos, del kiosco y de tus bancas verdes donde tantos años ha que me siento a mirar el agua en las girándulas, me lleno y me vuelvo transparente, ligero y quebradizo, me dejo llevar por un remolino de hojarasca y polvo, y al otro día regreso y te camino las calles y te miro.
SEGUNDO LUGAR
FERJAAD
Viñeta urbana con ardilla
Bajas desde el convento de San Francisco —artesonado mudéjar, láminas de oro en estrella. Vas por un sendero empedrado, la vista espiralada de tanto retablo barroco. Caminas flanqueado por fresnos, por bardas que desembocan al jardín de la fuente que mandara a construir el Adelantado para asombro de peninsulares y horror del indio: ves, en lo alto, una cruz resguardada por querubes mofletudos, boquitas de pico de pato escupen a chorros agua. Cruzas la calle adoquinada y entras en el Oxxo. Compras Polvorones Marinela, una Coca y tabacos. Dejas correr los ojos por el revistero: la rubia de Penthouse parece mirar al noveno pasajero del avionazo que sangra a un costado del magazine en el que Místico desenmascara al Guerrero de Neopreno. Sales. Esquivas autos como toros, llegas al parque con el libro bajo el brazo, la laptop en la mochila. Respiras. Estás en la ciudad pero te sientes en todas partes, tu nombre no es, ni quisieras que fuera —¡perro!— Ixca Cienfuegos. ¡Ese Carlitos, siempre tan cool y exagerado! Te sientas, vas a cerrar los ojos, pero hay una ardilla en la banca. Te mira, le ofreces una galleta, la toma entre los dientes, trepa a un árbol en busca de tu ciudad imaginaria, la agridulce, la necia, la mitotera y otrora región más aparente.
TERCER LUGAR
GRIFO
Rutina porteña
El tren llega a la estación sin demora, hoy tal vez arribe a tiempo a su oficina; baja, apura el paso junto a otros cientos de pasos que van delante, a su lado y atrás. Se zambulle en escaleras que lo llevan al subte: puertas que se abren y cierran de los vagones que serpentean por las entrañas.
En todo este trayecto no recibe una mirada, un gesto, ni una sonrisa.
Nuevas escaleras lo transportan, elevan y, por fin, es escupido a la calle junto con otros socios del incógnito.
Nuevas escaleras lo transportan, elevan y, por fin, es escupido a la calle junto con otros socios del incógnito.
El viento frío le sacude una mejilla, alza la vista y es el Obelisco quién lo saluda arropado en nubes.
2) Lo urbano particularizado (que trata los temas desde un elemento específico como puede ser la violencia-terrorismo, la violencia doméstica, las prostituta, entre otros)
PRIMER LUGAR
JACINTO DELEBLE
Una esquina cualquiera
La polilla, con su frenético y rechoncho cuerpo, repiqueteaba en lo alto, contra el rótulo de neón del local.
—Será que confunde la luz con una flor —comentó la niña.
El vómito de la amiga había cesado, pero aún se mantuvo arqueada, como si fuera en cualquier momento a repetirse el espasmo de la náusea, y no le prestó atención hasta que dijo:
—No puede ser bueno —el insecto aquel seguía golpeando el neón, tenaz—, no va a sentarte bien.
—Esos hijos de puta —masculló rabiosa la otra— podrán hacérselo dentro, pero ¿por qué me lo iba a tragar, eh? —y volvió a meterse los dedos.
Ya suponía los motivos pero escuchárselos decir la apenó; sin embargo las contuvo, sin dejar de mirar arriba lo consiguió; y no se le enturbiaron de rímel las mejillas, no esta vez.
SEGUNDO LUGAR
JACINTO DELEBLE
La pasarela
Como para evitar su turbación no podían cambiarse de acera, los viandantes más agraciados debían atravesar aquella calle con sus paraguas abiertos lloviera o no; y es que, armadas de megáfono y prismático, las obreras del rascacielos no dejaban de lanzarles requiebros soeces desde sus andamios.
TERCER LUGAR
JACINTO DELEBLE
El manantial marchito
Mientras la vieja mendiga rebusca en el contenedor de basura, lo vuelve a escuchar. Ahí está otra vez ese gañido.
Cuando lo encuentra descubre que no es un cachorro, sino un bebé de pocos días con apenas fuerzas para llorar.
—Hijo mío —solloza meciéndole—, por fin te recupero.
Poco le importa que en contraste con las suyas sean blancas sus manitas y, tras desnudar uno de sus resecos pechos, lo acerca al moribundo.
El guardia, que lo contempló todo, se acerca presuroso sujetando la empuñadura de su arma.—¡Señora, no escandalice y cúbrase!
3) Lo urbano fantástico-ciencia (aquellos relatos con sabor a futuro, un poco rozando la ciencia ficción y/o lo fantástico.
PRIMER LUGAR
JACINTO DELEBLE
La Guerra
Al llegar a casa encontró que la fachada del bloque de apartementos frontero, imitando enormes píxeles, proyectaba con sus luces un descomunal emoticono de aspecto amenazador. Este aparente mensaje, al principio, sólo le provocó una sonrisa nerviosa y algún pensamiento sobre las muchas casualidades de la vida; pero la noche la pasó mal, no logró dormir.
Pocos días tardó en convencerse de que sus vecinos tramaban algo contra él, y es que los perversos gestos, aunque quizás menos claros que el primero, no habían dejado de repetirse. ¿Cómo era posible que le amenazaran de aquel modo?
Más asustado que nunca, dejó de salir de casa, comenzó a pedir su comida por teléfono y a enviar su trabajo por correo electrónico a la oficina. Incluso compró una pistola a través de Ebay cuando comprobó que la policía le tomaba por loco.
Unos meses más y se confirmaron sus sospechas hasta hacerle temer a algún francotirador oculto. Ni para asomarse por las ventanas tenía valor. Decidió que lo mejor para ocultarse de sus enemigos era no encender las luces de casa; y fue entonces, tras esta última medida defensiva suya, cuando el oscuro punto de su balcón completó en la fachada de su bloque de apartamentos la imagen de una vengativa calavera.
Alguien en los pisos de enfrente contempló la casual figura, y sonrió incómodo.
SEGUNDO LUGAR
GRIFO - Carlos de Bella
Navegar, ya no
Cuando pequeño, armaba barcos de papel que echaba a la corriente después de la lluvia; corría tras ellos hasta que se perdían dentro de la alcantarilla.
Hoy la vida ha cambiado: no hay niños jugando con barcos, ni niños, ni barcos.
TERCER LUGAR
JACINTO DELEBLE
El atardecer
No resultó sencillo descubrir en la azotea el punto justo desde el cual enfocar el horizonte sin que el urbano boscaje de antenas de televisión estorbara a la cámara pero lo consiguieron; y después del trabajo, que les solía ocupar hasta bien entrada la noche, el placer mayor de los amantes era refugiarse en su sofá y adormecerse abrazados en silencio mientras contemplaban la grabación del atardecer.
4) Lo urbano específico (abordado desde una perspectiva demasiado marcada en temas como los marciano en la Tierra [que no quise colocarlo en la clasificación de ciencia ficción por que me pareció que le faltaban elementos para serlo], temas como las cucarachas, entre otros más)
PRIMER LUGAR
GRIFO - Carlos de Bella
Kafka sobreviviente
Contonea su caparazón oscilando entre adoquines gastados. Busca sin encontrar un mínimo residuo, la guerra ha llegado antes que ella y no ha quedado nada. La ciudad vacía es cuna para su futuro, ella apuesta y pone sus huevos, allí nacerán. Sus ancestros han sobrevivido por siglos y, aunque no lo parezca, siempre han resultado más inteligentes que los humanos.
SEGUNDO LUGAR
CHESTER TRUMAN
Simbiosis
Cuando el aire ya se volvió irrespirable, decidimos trasladar la ciudad al campo. Como la ciudad era tan grande, ocupó justo las dimensiones del campo así que ahora, ya no sabes si estás viviendo en el campo o en la ciudad.
La gente parece muy contenta con esta decisión, aunque siempre tuve mis dudas de que fuese lo más acertado. Es cierto que ya no hay que hacer decenas de kilómetros para disfrutar de la naturaleza, pero se echa de menos el campo de verdad, cuando el campo era sólo campo. Ahora, los ríos cruzan las grandes avenidas de nuestra urbe; sin embargo, el agua tiene un ligero regusto a neón y gasolina y los pájaros sólo pían en horario de oficina. Me gustaría pensar que hicimos lo correcto, pero cuesta sentirse a gusto en un lugar donde las flores son diseñadas por un extravagante modisto francés, la lluvia sólo cae por orden del Gobierno y hasta las puestas de sol están patrocinadas por Microsoft.
TERCER LUGAR
VICO ESCARLATA
Ciudad Orgánica
Yo era como un glóbulo rojo que viajaba por la carótida con oxígeno para el cerebro.
[El viaducto estaba congestionado y prendí la sirena.]
Había dejado el corazón mucho rato atrás y me perfilaba hacia la zona neural.
[A lo lejos apareció la Casa Presidencial, mi destino. Me había tomado media hora dejar el Centro histórico, tiempo fatal.]
Células cancerosas se aglutinaron adelante, detuvieron a los leucocitos, los infectaron, fueron transformados...
[Esos idiotas se bajaron de coche para pelear. Y llegaron más.]
Las células malas dañaron un nervio central.
[El poste quedó sobre el camión de ruta urbana y los cables sueltos chisporroteaban.]
Me infecté.
[Ahí estaba yo, en esa arteria citadina bloqueada, peleando a golpes por pasar.]
Me convertí en otra célula maligna. El cerebro se quedó sin oxígeno.
[Esta ciudad ya no tiene remedio.]
Resultado de la Porra 110. Noviembre - 2008
muy buenos textos todos ellos.
ResponderEliminar