CONCURSO XXXII FECHA: 10 – JUN – 02
JURADO: PAMPA OLGA ARAN
TEMA: VIEJAS HISTORIAS
PRIMER LUGAR
HÉCTOR VIVEROS
Julieta
Julieta sueña despierta en el fondo del salón. A media tarde, en el calor de primavera, tener un nombre como el que tiene Julieta puede ser demasiado.
Nadie piensa en Julieta sin pensar en la otra Julieta. Una Ana es Ana, cualquier Ana, pero todos esperan que Julieta sea como Julieta.
Julieta quiere amar como Julieta, pero nadie que quiera ser Romeo es Romeo.
Julieta no sabe hablar de manera elegante, no lee poesía y de no llamarse Julieta no habría leído a la otra Julieta. Julieta sabe que no es Julieta.
Julieta quiere que alguien descubra a Julieta, a esta Julieta, y que diga su nombre como si su nombre no hubiera sido amado antes, nunca, jamás.
Nadie piensa en Julieta sin pensar en la otra Julieta. Una Ana es Ana, cualquier Ana, pero todos esperan que Julieta sea como Julieta.
Julieta quiere amar como Julieta, pero nadie que quiera ser Romeo es Romeo.
Julieta no sabe hablar de manera elegante, no lee poesía y de no llamarse Julieta no habría leído a la otra Julieta. Julieta sabe que no es Julieta.
Julieta quiere que alguien descubra a Julieta, a esta Julieta, y que diga su nombre como si su nombre no hubiera sido amado antes, nunca, jamás.
EL ISCARIOTE
Antes del ahorcamiento
La verdad es que yo nunca habría podido evitar el cumplimiento de Su eterna voluntad. Ni si hubiera podido quererlo.
A despecho de lo que piensa la gente, si vendí a mi Maestro, no fue por aquellas míseras treinta piezas de plata que arrojé en el suelo ensangrentado del templo.
Mismo ahora, mientras cuelgo la soga al ciclamor, lo único que quiero es juntarme a Su gracia eterna lo más pronto posible. No lo hago porque pienso que no habría debido traicionarlo. Ningún necio remordimiento puede inquietar mis últimos instantes en este valle de lágrimas.
Sólo Él sabe que sin mi inmortal sacrificio nunca se habría podido realizar Su inescrutable diseño. Y yo no habría podido hacer de otra manera. Ni si hubiera podido quererlo.
A despecho de lo que piensa la gente, si vendí a mi Maestro, no fue por aquellas míseras treinta piezas de plata que arrojé en el suelo ensangrentado del templo.
Mismo ahora, mientras cuelgo la soga al ciclamor, lo único que quiero es juntarme a Su gracia eterna lo más pronto posible. No lo hago porque pienso que no habría debido traicionarlo. Ningún necio remordimiento puede inquietar mis últimos instantes en este valle de lágrimas.
Sólo Él sabe que sin mi inmortal sacrificio nunca se habría podido realizar Su inescrutable diseño. Y yo no habría podido hacer de otra manera. Ni si hubiera podido quererlo.
NIEVE
Speaker's Corner
Su voz se derrama en Hyde Park y vuela en el viento. "¡Amarás a tu prójimo como a ti mismo!", grita.
Pero Nadie lo escucha. Todo el mundo corre al Central Park, para gozarse el concierto de Barrabás.
¡Qué música, hombre! . . . ¡Un verdadero paraíso!
Pero Nadie lo escucha. Todo el mundo corre al Central Park, para gozarse el concierto de Barrabás.
¡Qué música, hombre! . . . ¡Un verdadero paraíso!
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