54. Marzo - 2004

CONCURSO LIV – MARZO 2004

 JURADO: LIBROADICTOS.COM

TEMA: LA CASA POR EL TEJADO

La casa por el tejado

GANADOR:

 IMPAL

Estacionario

La gente permanecía inmóvil, el agua de las fuentes suspendida, los rayos del sol detenidos... El silencio envolvía las palabras que flotaban...

—¿Cómo vas con la novela?

—Mal, la he abandonado en un cajón.

2º LUGAR

NICOLÁS DE OMAZUR

Método

—Bueno —le contestó Alonso, sonriéndole—, es un comienzo.

—Curiosa forma de escribir un relato —comentó, siempre sarcástica, Elena.

Él tiró de la cuartilla en la que había tecleado “FIN” y la depositó sobre un montón de hojas en blanco.

3er. LUGAR

IMPAL

Estampida literaria

El otro responde —es el fin.

—¿Qué sucede?

Sólo quedan dos personajes. Uno pregunta:

Estaban las palabras huyendo del texto. Los gerundios y las interjecciones corrían despavoridos, los lugares comunes y las frases hechas abandonaron sus puestos, la estructura del cuento se desmoronaba, los adjetivos eran incitados a la rebelión por la puntuación que —al darse cuenta de la desbandada— se alejaba a toda prisa, tropezando al evacuar con las metáforas y la prosa poética las cuales —simplemente histéricas— habían desertado.

MENCIONES HONORIFICAS

LA NUERA

Diazepan para la fémina real

La bella, muy despierta, pateó la rueca.

—¿Qué haces, Aurora? —preguntó Fauna.

—Quiero hilar lo necesario para tejerme un destino distinto—dijo arrojando por la ventana las madejas de prejuicios.

—¿Por qué? —inquirió Flora.

—¿No te gusta lo que está escrito para ti? —cuestionó Primavera.

—¡Por supuesto que no!, estoy harta de ser la mujer dormida de la historia.

AÑIL

Aventura inocente

Ya distinguimos las casas de la villa; desde aquí partimos ha más de dos años ya, por disposición del rey, mas regresamos con los corazones preñados de pena a causa del fracaso de nuestro cometido. No obstante, yo, Catalina de Gonza, venturosa de hallarme viva.

Entonces, no entendía mi incumbencia en dicha encomienda; yo, frágil damisela, partiendo a una aventurada misión con hombres de beligerancias...

Hallamos a la bestia, en un mediodía abrasador, bebiendo agua de un lago y a la sazón entendí mi presencia en aquel lugar, alejado de la mano de Dios.

—Catalina —me dijo el capitán— preparaos para acercaros a la bestia. Virgen sois y por vuestra virtud caerá amansada a vuestros pies.

Mis oídos percibieron bien, mas mi juicio me decía que Don Pedro se hallaba perturbado.

—¿Qué decís? —pregunté aterrorizada— ¿me habéis traído para apostarme ante ese bicho? Virgen soy, mas no atino a discernir cómo ese temible animal ha de saberlo.

—Ha de ser por el olor —contestóme él—; la virtud posee aroma de rosas.

En esos instantes la bestia, venteando nuestro tufo —el cual aprecié que no era fragancia de rosas— se abalanzó sobre la soldadesca.

Alaridos y gritos de espanto, aunados con los temibles bramidos de la bestia, se confundieron en un terrible torbellino de horror y pesadilla.

La escabechina fue descomunal.

La percibí en su totalidad después de bajar del árbol al que me había subido con la maña de un gato; destreza que antes desconocía de mí misma.

AÑIL

La Tentación

—La lascivia os inunda el alma, arrebatada y perversa— dice con enojo.

—¿Es lascivia amaros tanto?— pregunta con aturdimiento.

—¡Yo os amo asimismo! Mas no es sensato hacerlo y vos lo sabéis. Marchad de mi vida pues consagrada a Dios está— contesta, y dando la vuelta se dirige a la entrada del monasterio.

—¡No puedo! ¡Os amo hasta la locura y hasta la muerte os amo!— grita con delirio.

Pero las puertas del claustro se atrancan y allí queda, a solas con su tormento.

Meses antes sucedió que, impetuosa, le hostigó con vehemencia hasta lograr sus besos y sus abrazos, forjando que el demonio se introdujera en su espíritu.

—¡ Doña Inés, dejadme por compasión!— le había rogado pero ella, libertina y corrompida, le persiguió sin tregua.

—¡Os amo fray Juan Tenorio!— clamaba ella una y otra vez, hasta arrojarle al pecado.

EDGAR

Dislexia

—¿Izquierda?

—No, ¡no! ¡Esa es tu derecha pendejo!

—Si me gritas sólo me confundes más.

—Es imposible contigo, ya la volviste a cagar.

—Tranquilo, probemos con el siguiente.

—A ver, escucha bien; primero inserta el bisturí a la altura del pecho y haz un corte longitudinal a tu izquierda...

Resultados de la Porra 54. Marzo - 2004