viernes, 4 de febrero de 2011

35. Julio - 2002 (1er. aniversario)


CONCURSO  XXXV  FECHA: JULIO 2002



JURADO DE LA FASE FINAL: RENÉ AVILÉS FABILA



TEMAS:   

 I. El triunfo y la pérdida.   

II. Los Ciclos (aniversario, fin/renovación, apocalipsis/apocatástasis, etc).   


III. El ombligo.
Ciclos



Con el concurso 35, celebramos el primer aniversario del taller
. El evento contó con la participación como Jurados del la fase preliminar a: 

AGLAIA 

ALBERTO CHIMAL 

ÁLVARO BARRAGÁN GARCÍA 

CARMEN SIMÓN 

DOLORES M. KOCH 

JAIME MESA 

LAURO ZAVALA 

LUIS FELIPE HERNÁNDEZ 

LUIS TORREGROSA 

RAÚL BRASCA 

RODOLFO JIMÉNEZ MORALES 

MARCIAL FERNÁNDEZ (coordinador de jurados) 

En el veredicto de René Avilés, designó como finalistas y triunfadores a todos los siguientes:


ROGER DE VALLMOLL


La cita


Fuímos al balneario a celebrar la Navidad, mis recuerdos y yo, pero ellos llegaron primero y ya me estaban esperando en la piscina de invierno.
Había una cubitera con cava y mucho hielo y, tras los cristales, se veía el río blanco y transparente. El vaho apenas lo disfrazaba de imaginario.
Me zambullí en las aguas medicinales con los recuerdos amorosos que allí bullían. Sabían a verano y nostalgia.
Cuando salí, el hielo de la cubitera se había derretido. Miré con pena mi reflejo arrugado flotando sobre la superficie verdosa. Cogí el teléfono y llamé a mi antigua amante. Estaba muerta, como yo, y nos citamos para el siguiente verano.
   


OBERLUS


Cuestión de vida o muerte


Desde donde me alcanza la memoria, siempre le conocí con el dedo índice metido en el ombligo. Esta costumbre le había obligado a manejarse con la mano izquierda, ya que la diestra la usaba exclusivamente para taponar dicho orificio. Visitó a muchos médicos, sicólogos y curanderos, pero ninguno de ellos consiguió que superase el terrible miedo que le provocaba pensar que acabaría desangrado si sacaba aquel dedo de su madriguera. Tuvo que ser la providencia, tras un insignificante accidente de tráfico, quien separará fortuitamente su mano anquilosada del temido agujero. A nadie negó su alegría cuando descubrió que no se había eviscerado por su cicatriz umbilical; sin embargo, quienes le conocíamos bien, sabíamos que el recelo aún anidaba en su mirada. Unos días después de la traumática separación lo encontraron muerto en su garaje... Desangrado tras amputarse aquella mano inútil.   


MORGANA - Amélie Olaiz, Dakiny


Clemencia


En múltiples vidas has sido madre, esposa, puta, reina, hija, bruja, amante, gata, hermana y víctima. Yo he sido verdugo, padre, rey, amante, hermano, macho, hijo, padrote, mago, esposo y mastín.
Hoy, por la transmutación de las almas, soy la mujer que escribe estas palabras, y tú, eres mi hombre.
   


LAGARTIJO - José T. Espinosa-Jácome


Ombligo


Era yo una letra i, con la luna en mi cielo.   


VIEJO PAYASO


La rueda eterna del ser


Mordiéndose la cola, la serpiente pensaba: "Cada fin es un principio".
Apretada entre los dientes puntiagudos de la serpiente, la punta de la cola se meneaba y gritaba a los cuatro vientos: "Cada principio, un fin".
   


CHARLES BATTS - Rubén Pesquera Roa


Omphalos


En el centro del Universo existe un punto conocido como el "Ombligo de Dios". Hace quince mil millones de años, cuando comenzó el Big-Bang, unas cuantas partículas fundamentales comenzaron a gravitar alrededor de ésta especie de súper agujero negro, y conforme pasaron los eones, la cantidad de materia en las inmediaciones de este vórtice aumentó considerablemente, sumiéndose poco a poco en él. Se calcula que dentro de otros quince mil millones de años, toda la masa y toda la energía del Cosmos se habrán concentrado allí, sólo para desaparecer en el caos.
Se le conoce como el "Ombligo de Dios", pero Dios mismo es totalmente ajeno a éste fenomeno y pasa el tiempo aterrorizado, agarrado con desesperación a los límites del firmamento, incapaz de contrarrestar las poderosas fuerzas de succión que lo atraen, junto con todo lo creado, hacia el destino final de todas las cosas.
   


EL CUARTO JINETE


Apocalipsis


... Y Dios creó la luz, la tierra, los astros, y finalmente al hombre. Luego observó su obra y suspiró hastiado al descubrir la quietud de aquel paisaje estático e insensible. Fue entonces, en su afán de dinamizar su creación, cuando concibió a la más pérfida de sus criaturas: el tiempo. Desde aquel momento, vive temeroso del día en que, al apagar la noche, no se le enciendan las estrellas.   


3 comentarios:

  1. De continuar esta maravilla tendré la microteca que siempre había soñado.
    Gracias

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  2. Un agasajo al buen gusto y el pensamiento. Felicitaciones a todos.

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  3. Otro seudónimo más, esta Morgana me hizo ganar dos libros de René.
    Me encantaron las de Viejo payaso y Lagartijo

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