PORRA DE JUNIO 2007
TEMA: LA MEMORIA Y EL CINE
TEMA: LA MEMORIA Y EL CINE
Amarcord |
Minificciones que han obtenido el mayor número de apuestas de los porristas
Primer lugar:
"Obsesiones"
Paris Lannuit
Me acostumbré a las películas turcas en versión original, que proyectaban en una pequeña sala oscura de los suburbios de Barcelona. Con el tiempo, mis hábitos, acento, y hasta mi forma de vestir distaban poco de las de cualquier ciudadano de Ankara. Vestido de colores, con un Kebab en la mano, acudí a la casa de los padres de mi vecina, la bella Daniela, y, en riguroso idioma turco, les pedí la mano de su hija. Les aseguré que conmigo sería feliz, que les daría una legión de sanísimos nietos y que viviríamos en un lustroso palacete al sur de Estambul. Pese a mi tono grave y ceremonioso, ellos me miraban como si les acabase de preguntar por una complicadísima fórmula matemática. Finalmente, salí turbado de aquella casa y jamás volví a ver al amor de mi vida. Desde entonces, todo ha ido de mal en peor; las películas turcas en la sesión de noche se han convertido en mi único consuelo espiritual.
Hoy, sobrevivo de limosnas a la salida de misa, portando un enorme cartel pedigüeño escrito en turco con subtítulos en español.
Segundo lugar:
"Instrucciones”
de k
Estimado k.:
Solo asegúrate que el héroe no muera, los tiempos no están para eso y, que la heroína no se de por vencida fácilmente. Necesito tres explosiones, una en cada turning point y obviamente la del clímax: que lo destruya todo. Cuidado con los árabes que andan sensibles; haz que el villano sea de Turkemistan o de algún país inexistente para los gringos. Si quieres meterle drogas al asunto además del tráfico de armas, bien puedes. Recuerda que en algún momento el protagonista tiene que escoger entre la mujer y su gesta, y entre su mujer y alguna amante casual; aunque bien sabemos tú y yo que escogerá la gesta para proteger a su gran amor y regresará en la última escena a ella. Ojalá puedas hacer esta toma en una isla caribeña, que la cámara se detenga en una bella sonrisa en el rostro de la muchacha, ahora feliz, porque la pobre ya lo daba por muerto.
Atentamente,
Goldwyn
"Exigencias del guión"
de Homless
No hubo manera de que cesara el tic de su ceja izquierda. Tras doce tomas, tuvimos que matarle de verdad para que la escena resultara mínimamente creíble: el realismo requiere de ciertas exigencias. Ordené que enviaran un generoso ramo de flores a la viuda y proseguimos con el rodaje. La película resultó un éxito de taquilla, aunque cierto sector de la crítica tildase algunas escenas de “violencia gratuita”.
Mañana comienzo el casting para mi segunda película: buscamos gente sin complejos, comprometida y con ganas de triunfar.
"La muerte del cine mudo"
de Charles Chaplin
El hombre abandona el viejo cartel y entra a la sala del cine. Lleno de asombro camina por el pasillo central, su silueta no se recorta sobre la pantalla.
Durante las explosiones, asustado, se oculta tras una butaca. Saca la cabeza y mira hacia los lados. Del suelo recoge dos palomitas de maíz que coloca en sus orejas. Se incorpora para observar la balacera, tapando, de hito en hito, su cara con los brazos. Permanece absorto unos minutos.
Mueve su pequeño y tupido bigote, gira sobre sus talones y se enfila hacia la salida. Con el frac raído, su bombín sobre el pecho y el bastón en la mano, va decidido a guardar un milenio de silencio.
"Nunca llueve en el sur de California"
de Homless
Sentado en su sillón de gobernador, suspirando como una sirena varada, como una princesa que anhela el regreso de su príncipe, Arnold Schwarzenegger recuerda, con abrupta nostalgia, sus tiempos de héroe, y se pasa la mano por la frente para secarse el sudor (los gobernadores también sudan...), la misma mano con la que sujetó pistolas, ametralladoras y rifles, la mano idéntica con la que acaba de firmar la última sentencia de muerte...
"Memorias de un cinema non paradiso"
de Sor Juana
De niña le tomé aversión. La única salida en familia que esporádicamente hacíamos, era ir al cine. Papá y mamá en los extremos, nosotros entre ellos, como siempre, argumentando sus distancias. Cinco entes juntos, compartiendo nada más el silencio al cual obliga el contexto. Lo mismo que pasaba en casa: se mira, se escucha, pero se calla.
No por eso dejaron de apasionarme las películas, que devoro cuando tengo ganas de estar sola, desde el sillón, en pantuflas y copa de vino en mano.
Yo, por las dudas, aviso. No vaya a ser cosa que mañana llames para concretar nuestro primer encuentro, me invites al cine y te extrañes cuando conteste:
-Gracias, pero tengo otra cita.
Conmigo, en pantuflas y desde el sillón.
"El catador de suspiros"
de El Gato
Tras cuarenta años y un día de circular entre los disparos de la Mafia y el tránsito de los te quiero, hoy, el hombre de la linterna dará su último paseo. Recostado en la parte de atrás de la fila de los suspiros, catará los matices y la sustancia de nuestras respiraciones y degustará, como nadie, las bocanadas de miedo, fascinación o sorpresa.
De entre todos, sólo guardará en su paladar los que exhalen apresurados amantes con fecha de caducidad. Y dejará para su colección los suspiros que se interrumpen y ahogan para devorarse el aliento.
Ganador de la porra: Mosqueado
Concurso 93. Junio - 2007
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