Caos
Hoy se cumple el septuagésimo quinto día sin parar de llover. La ciudad está anegada, y los paraguas ya solo sirven para clavarles la punta en el gaznate a los que intentan salir a flote. Noé se anuncia con ofertas irresistibles para llenar su arca, pero va listo: somos supervivientes, pero nos jode que nos traten como a animales.
BLACK DOT
Una geisha
La diminuta mujer camina como dando saltos cortos y rápidos. El dolor de sus pies vendados y deformes es una tortura. Nadie sabe que trabajó para Madama Ohurí, quien yace muerta en la casa de geishas gracias a una herida abierta con un finísimo paraguas. La mujercita llora mientras el blanco maquillaje de su cara se corre. Sostiene en una mano el parasol, con el que cometió su crimen y que contemplado desde lo alto de la colina, parece un punto negro que se va recorriendo entre la muchedumbre como marcando espacios decimales.
SEGUNDO LUGAR
BLACK DOT
Reporte meteorológico
Una lluvia de palabras se cierne sobre mi cabeza. Abro el paraguas y ellas resbalan hasta caer al vacío. Estiro la mano para coger una, pero no atrapo nada. Es así como escurre esta historia.
NOÉ
Remake
Un polvo blanquecino ensabanaba Nueva Sodoma. Sin haber derramado una sola gota, la estación de lluvias estaba por finalizar cuando, al fin, se dibujaron unas nubes prometedoras en el horizonte. Durante cuarenta días y cuarenta noches llovieron paraguas.
El fallo y demás consideraciones de José Manuel Ortiz Soto, en la Bitácora de la Marina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario