PORRA DEL MES DE AGOSTO 2011
TEMA:
Secuestro, en estas posibles acepciones: Secuestro en casa (mujeres y hombres atrapados en casa por vivir en situación de codependencia).
Secuestro violento por externos.
Secuestro por algunas horas.
Secuestro cerebral (depresión, pánico, bipolaridad, alcoholismo).
Secuestro laboral (atrapados por la necesidad).
Secuestro… de amor (te robo por hoy).
La porra es una votación interna donde los propios ficticianos eligen de entre los textos de sus compañeros ―y sin posibilidad de seleccionarse a sí mismos― aquéllos que consideran de mejor factura.
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| © Denisse Vivanco, Hombre en el Televisor |
PRIMER LUGAR
FICTIOUS III
Escritor frustrado
Su secuestro aportó los elementos necesarios para escribir una gran novela. Todo estaba en su cabeza: desde los antecedentes, hasta el agujero en el occipital por donde, para su desgracia, se escapó la historia.
SEGUNDO LUGAR:
PANDITA
Amor explosivo
Mañana estaré secuestrado en una larga junta de trabajo. Quiero verte, pero necesito que me rescates.
Por favor habla a la oficina a las diez desde un teléfono público y avisa que hay una bomba en el edificio. Nos vemos a las once donde siempre. Besos.
PD: Yo me encargo de ponerla.
TERCER LUGAR:
CARIOCA ― Elisa de Armas
Fidelidad
Por unas monedas, la vendedora de castañas acepta posar para el maestro extranjero cuyos retratos gozan de una viveza tal que parecen contemplar a quien los admira. Las horas de quietud provocan un hormigueo en el cuerpo de la hermosa modelo, una pesadez en las articulaciones que aumenta de sesión en sesión; mas, llegado el día en que el artista ha prometido finalizar la obra, espera orgullosa el momento de ver su imagen por primera vez. El pincel da los últimos trazos y la muchacha advierte que la rigidez de sus miembros le impide cualquier movimiento. Intenta gritar, no lo consigue.
El pintor sonríe satisfecho; arroja al fuego el lienzo, cubierto de enrevesados signos de una caligrafía desconocida, mientras encierra la figura inmóvil en el dorado rectángulo de un marco. Desde del cuadro, los dulces ojos negros expresan el terror y la súplica.
WOLF ― Gabriel Bevilaqua
A los pies de mi cama
Un desconocido comenzó a sentarse todas las noches a los pies de mi cama. Al principio creí que era un fantasma, pero los menudos restos de tierra que dejaba sobre la colcha, aludían a otro origen... Tardé una semana en juntar valor para hablarle. Como él era tímido, demoró otra en responder. Dijo que no sabía nada de sí mismo ni cómo llegaba cada noche hasta mí, pero que le placía verme dormir. Le dije que tendríamos que buscarle un nombre, y le elegí el de Virgilio, como mi papá. Tanto me acostumbré a su presencia que pronto se me hizo imposible conciliar el sueño sin el velo de su mirada.
Un día, tonta de mí, le comenté a mi mejor amiga lo de Virgilio. Ella se lo dijo a su mamá, y ésta, a la mía. Mamá ignoró los terrones que desmenuzaba en mis manos, y sin peros me llevó al siquiatra. El tipo trató de meterme en la cabeza que sufría de alucinaciones edípicas y no sé qué otras yerbas. Ante su fracaso, apeló a otro método: «Mirá piba, ¿sabés qué? Virgilio, sí existe, pero lo secuestré y lo recluí bajo siete llaves. Así que no vas a verlo nunca más, ¿entendiste?». Estuve semanas sin dormir, ni siquiera los sedantes que el alienista me aplicaba con fruición surtían efecto.
Una noche, mientras lloraba, Virgilio volvió a sentarse a los pies de mi cama.
―Repudio la violencia pero temía por vos ―dijo, y descubrí sus manos manchadas de sangre.
CORALILLO
Secuestro y tortura
El hombre se abalanzó y me levantó sin que le pudiera oponer resistencia. Abrió una puerta y noté que el cuarto era reducido. Me desnudó y colocó en un asiento extraño. El terror hizo que mis entrañas se vaciaran por completo. Todo parecía indicar que mi suplicio lo alegraba, pues le gritó a su cómplice:
—¡Mi amor!¡Pedrito ya sabe usar la bacinica!
CHESTER TRUMAN
Nunca secuestres a un poeta
Desde el principio sospeché que no iba a ser un buen negocio.Sus familiares no sólo se niegan a pagar un rescate por él, sino que ni siquiera contemplan la opción de venir a recogerlo. Desde entonces, vive conmigo. Se alimenta exclusivamente de jazmines y, según dice, de nubes, metáforas y puestas de sol. A veces desaparece un par de días y aparece en el lugar más insospechado. Anoche, sin ir más lejos, lo encontré ovillado entre unas ramas mientras podaba la madreselva del jardín:
—Aquí estoy, ya ves, inspirándome —dijo, y se volvió a enroscar.
Creo que debería echarlo a la calle, pero lo cierto es que es silencioso, pacífico y no gasta.
Ayer secuestré a un escritor de novela negra. No espero un gran rescate a cambio, aunque los novelistas suelen ser algo más sociables y cabe la posibilidad de que alguien dé unos dólares por él. Ahora, lo que me temo es que cuando se encuentre con el poeta por la casa no sean capaces de convivir en paz.
FEDERICO MURO
El Suplicio del Dr. Frankenstein
Lamento informarles que no tengo dinero para el rescate. Mucho les agradecería si dejaran las partes del cuerpo mutilado de mi esposa en un lugar fresco.
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