jueves, 1 de agosto de 2013

166. Julio de 2013

CONCURSO CLXVI JULIO – 2013


JURADO: ALFONSO PEDRAZA, ISABEL SEGURA BOUTRY, LUCÍA CASAS REY


TEMA:

El acto de escribir una minificción: Lugar, ambiente, momento del día, estado mental, materiales y herramientas que usa el escritor (sea éste real o no), manías y técnicas, etc.


Manel Sanz, Somnis home



PRIMER LUGAR

HOMLESS

Minimalismo

Está a punto de alcanzar la excelencia de la brevedad. En su último relato de una sola línea, ha conseguido prescindir del verbo, el adverbio, los dos adjetivos y el pronombre personal. Aún le queda una conjunción copulativa, de la que se deshará próximamente. Entonces solo le quedarían los puntos suspensivos, con los que espera mantener la intriga hasta el final.


SEGUNDO LUGAR

TITUS PIKMOUNT

Dos veces breve

Han perfeccionado el arte de la brevedad. Hace ya treinta años que Purun Agbhawri consiguió el famoso cuento de sólo un punto final. Hoy es común encontrar entre los nijimbru ficciones con vocablos negativos o, como se les conoce ahora: Antipalabras.

Con una nueva generación produciendo textos con cada vez más caracteres en el sentido contrario de la línea del tiempo, se discute entre los puristas si más allá de los menos-cuatrocientos caracteres sigue siendo una minificción, o se está inventando un nuevo género, uno que acaso pueda llamarse el anticuento. Hay quien incluso ha lanzado la pregunta, ¿es posible hacer una novela con seis o siete mil párrafos inexistentes?, ¿o una saga de veinte volúmenes invisibles.

CHESTER TRUMAN

El castrador

Ha eliminado de su historia los artículos, los pronombres, las conjunciones y los sustantivos. Incluso se ha deshecho de ese adverbio de lugar que oponía tanta resistencia. Tan solo le queda un verbo (verbo transitivo, los más rocosos). En cuanto consiga eliminarlo, sabe que habrá escrito la minificción perfecta.

TERCER LUGAR

HUNGERKÜNSTLER

Nimiedades

A los escritores de minificciones no nos preocupa la brevedad porque a las lectoras de minificciones no les importa el tamaño.

REGALIZ - MÓNICA BRASCA

Escurridiza

Esta mañana se me escapó una idea.

Apareció durante el sueño, pero mientras preparaba unos mates se esfumó de mi cabeza antes de que pudiera anotarla en borrador, siquiera. Comencé a perseguirla: su brillo la delataba como el argumento de una gran novela. Aunque al cambiar de escondite iba perdiendo esplendor, prometía ser materia prima de un cuento breve. Cuando por fin logré asirla, opaca y exánime, sólo alcanzó para una mini con moraleja: conviene tener a mano lápiz y papel para atrapar a tiempo una buena idea.

El veredicto y consideraciones del jurado, en la Bitácora de la Marina.

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