miércoles, 17 de julio de 2013

165. Junio de 2013

CONCURSO CLXV JUNIO – 2013


JURADO: MAR HORNO


TEMA:

Historias de armarios, alacenas, huecos de escaleras, roperos, zaguanes, portales, guardarropas, despensas, buhardillas, desvanes, sótanos y demás huecos que sirven para guardar cachivaches, secretos o fantasmas.

Fotografía de Ignacio Bisbal




TEXTO GANADOR

ENIGMÁTICA

Tiro

No es la depresión, es la necesidad que tiene por llenar huecos la que lo lleva a usar el arma automática, y qué mejor que dispararse al cerebro, para que la bala encuentre su sitio.

TEXTOS FINALISTAS

MARLEILLA

Cosquillas


Mi abuelo conserva una fotografía de su primera mujer. Se llama Mari y es rubia, muy guapa. Murió de gripe unos meses después de la boda, pero su espíritu no quiso abandonar este mundo.

Al principio, al abuelo le consolaba que la difunta vagara por la casa. Hasta que reconoció que él necesitaba una esposa de carne y hueso y se casó con la abuela. Le contó lo de Mari, asegurándole que era discreta y pacífica. Mi abuela pensaba que era una terca y la ponía nerviosa tropezarse con ella por el pasillo o encontrársela sentada en una silla de la cocina. El abuelo decía: "Déjala, que está muy sola". Y la abuela se callaba.

Con el truco de la sábana, Mari se les metió en la cama una noche. La abuela la agarró de las cuatro esquinas y le lanzó un ultimátum: al más allá o al altillo.

Los domingos vamos a visitarles y mientras los mayores se echan la siesta mis hermanas y yo subimos al desván a estar con Mari. Jugamos a pillarla. Es fácil, las partículas de polvo que flotan en el aire se mueven en remolinos al pasar ella. La rodeamos haciendo un corro y damos vueltas cantando. Luego nos persigue a nosotros. Yo me aparto de las niñas y me dejo atrapar en un rincón oscuro. Me encanta lo que siento cuando me hace cosquillas por todo el cuerpo. Estoy deseando hacerme mayor para pedirle que sea mi novia.

JEZABEL

Mater amatisima

En el primer cajón de la cómoda, entre decenas de mechones —atados y fechados— que van del rubio primigenio al castaño oscuro, se agazapa un juego completo de dientes de leche. De las paredes cuelgan cientos de instantes inolvidables en los que el protagonista es su único retoño. Los armarios y arcones rebosan de jerseicitos tejidos a mano, disfraces, kimonos y cinturones de kárate. En la habitación del hijo se acumulan dibujos, cuadernos repletos de una caligrafía deshilvanada, manualidades y una colección de vídeos caseros, testimonio minucioso de sus primeros trece años de existencia. Las visitas de Carlos, a quien abochorna la contemplación de ese exhaustivo museo de sí mismo, se han ido espaciando hasta llegar a ser casi inexistentes. Doña Rosa, atareada en limpiar, doblar, etiquetar y organizar cada entrañable pieza, aún no lo ha advertido.

LA INSTITUTRIZ 

El arte de pender

El suicida vio en el segundo capítulo de un documental que, aquellos que eligen ahorcarse, terminan en ocasiones en vez de muertos, con las piernas rotas por atar la cuerda a un sostén inadecuado. Decidido a eludir tal circunstancia, recorrió la casa y, tras desechar el ventilador de techo, la claraboya del baño y el tablero de básquet en el patio —firme pero demasiado expuesto a las miradas de los vecinos—, halló en la buhardilla una viga capaz de resistir los músculos de un titán.

Como era de esperarse, el suicida abandonó este mundo con las piernas sanas, pero se hubiese ahorrado los cuatro días, nueve horas y veintiocho minutos que le demandó el proceso de no haberse perdido el primer capítulo del mencionado documental, aquel que discurría sobre la importancia de un buen nudo de horca.

PIPPER

Cosecha de autor

El poeta escribe cada día versos sueltos que va escondiendo al azar: en la despensa, entre la ropa, bajo la cama, sobre el armario o en el sótano, donde habitan fantasmas y cadáveres que sabían demasiado. Luego los recolecta y copia en una cuartilla. A veces las estrofas son insuficientes y le salen sonetos de trece versos o endecasílabos con olor a cebolla, pólvora o hierbabuena. Por último, cuelga con un par de pinzas el título, junto al resto de la colada, para que resplandezca de madrugada. Como recién pintado.

GATA BLUES

 Bricolaje homleriano


—Holmes, jamás encontraremos las razones de este desatinado crimen.

—Por el contrario, Watson, los relieves de la tapa nos conducirán al pájaro carpintero que hizo el féretro.


GUNDISALVUS

Obleas

 Bajo los pliegues de la sotana oculta tanta lujuria que, durante el sacramento, los fieles comulgan con ruedas de molino.


OJITOS DE TOPO 

 Gran reserva

Un ejército de camareros aguarda portando bandejas con bebidas, frutas, viandas y repostería variada. Los músicos ocupan su lugar en un extremo del salón y comienzan a afinar sus instrumentos. Ya todo está listo para la cena. Con dos palmadas le ordeno al mayordomo que baje al sótano y suba de inmediato a un puñado de invitados, cosecha del 82.


OJITOS DE TOPO

 De tal hueso

Mamá y yo nos parecemos mucho, ambas somos muy competitivas. En este mismo momento presume delante de sus amigas de ser ella la que más cantidad de esqueletos oculta en los armarios. La verdad, desde que la vengo ayudando, ya nos vemos obligadas a habilitar cualquier hueco libre del departamento. Bajó el sofá en el que están ahora sentadas, tan risueñas, trasladé esta mañana el del señor de la gabardina y las piruletas, además de una cabeza que juraría perteneció a un cobrador del gas. Y es que necesitaba espacio en la nevera para la muchacha rubia que ofrecía biblias a domicilio: “Con pago fraccionado, desmembrado en unas cuotas delirantes” —dijo la muy imbécil.

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